domingo, 16 de septiembre de 2012

PIRINEOS III y medio - 13/08/12 - regresando de los miradores de Revilla

Por el camino de regreso, nos topamos con este bonito ejemplar de lagarto ocelado, que en principio me sorprendió encontrarlo en esta latitud, pues lo habitual es verle en  ecosistemas más mediterráneos. También recuerdo haber leído de algún autor, que desaparece de los ambientes en los que la temperatura media es inferior a 6º C. El caso es que aquí está, y quizás los Pirineos cada vez son más cálidos (ya estamos a vueltas con el cambio climático).

Lagarto ocelado (Timon lepidus)
Como no quiso mirar a la cámara para que lo sacara guapo, continuamos deshaciendo el camino y disfrutando del paisaje 





Si habéis llegado hasta esta altura del blog, os pido que volváis a mirar la fotografía anterior, y por un momento os situéis virtualmente allí.

Es el reino del Quebrantahuesos y demás rupícolas. En silencio, ver volar a semejante ave, nos traslada a tiempos remotos, en los que los ruidosos vehículos a motor no existían. Me imagino a nuestros antepasados, compitiendo con la cruda naturaleza, para llegar hasta nuestros tiempos. (¿como podrían vivir sin internet, sin smartphones, etc...?)
Seguramente competirían con los buitres y demás rapaces por la mismísima carroña. 


Este quebrantahuesos, parece un joven, tiene las alas bastante anchas
acarreando carroña en las patas
planeando



cogiendo altura
El quebrantahuesos, parece maniobrar en vuelo con más agilidad que el buitre leonado. Es habitual verle volar a poca distancia de las copas de los árboles, con más confianza que los buitres. Patrulla sobre la roca desnuda, en las cumbres, en busca de alimento.

Tiene una envergadura (distancia entre las puntas de las alas) de 2,50 m. de media.

Su peculiaridad de ser ave osteofaga, es decir, que se alimenta del tuétano del interior de los huesos y de pequeños trozos, le hace buscar carroña de grandes hervíboros principalmente. Cumplimenta su dieta con otras partes de la carroña y  algunos reptiles.

Lanza los huesos de grandes mamíferos desde altura, para descender a comer los trozos. Suele lanzarlos en laderas pedregosas denominadas "rompederos".

 También tienen aqui los buitres leonados una colonia importante, repartida por multitud de cantiles, paredones y barrancos.

Buitre leonado (Gyps fulvus)




Para terminar, comentar de esta ruta que también vimos un par de veces águila real, por lo que la considero imprescindible para cualquier aficionado a las rapaces.
 

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