sábado, 9 de marzo de 2013

¿Que es esa bola de pelo? ... Sciurus vulgaris ?


El domingo pasado, mientras revisaba las ramas de los árboles en busca de algún pajarillo descuidado, me topé con una bonita bola peluda. La verdad es que estaba entre las ramas, y no había forma de fotografiarla con tanto obstáculo, pero estaba a tan corta distancia que para sacarla entera no había más remedio que "viñetear".

Aquí tenemos ardillas todos los años, aunque este pasado, no se han visto tanto. 

Ardilla roja (Sciurus vulgaris)
Observad la piña que tiene en sus garras, la deja limpia, alcanzando los piñones, en menos de un minuto.
Cuando la terminaba, volvía a trepar al extremo de alguna rama, tomaba la piña que le parecía apropiada, y regresaba al mismo sitio para  comérsela cómodamente.


Va tomando las piñas a medida que están en su punto, para alimentarse de los piñones, y también se alimenta de otras semillas de árboles. Aquí en la parcela alcarreña también se aprovisiona de almendras, nueces y bellotas.

En invierno va rescatando del suelo las semillas que ha enterrado (sobre todo almendras), y por tanto también colabora con la propagación de los árboles en los bosques. (pincha aquí si quieres ver a otro propagador de árboles) 


Los largos pelillos de sus orejas (pinceles), caerán en primavera.


Es curioso como sujeta la piña y la va girando a medida que la roe.
Como todos los roedores, sus dos incisivos son de tamaño considerable y están en continuo crecimiento, por lo que tiene que desgastarlos.

Viendo de cerca sus uñas, se explica lo buena trepadora de árboles que es.


En la propia parcela ha criado en una ocasión en un piño piñonero, construyendo en la parte más alta del árbol, una curiosa bola de palos.

Consiguió sacar solamente una cría adelante, aunque las camadas medias son de 3 - 4 crías, que no abandonan el nido hasta los 40 días aproximadamente.

Aunque pueden llegar a vivir tres años, se les estima una media de vida de 6 meses,  por lo que parece que no tienen una vida fácil.

Son presa de Azores y quizás alguna otra rapaz forestal, y en entornos humanizados, de perros y gatos domésticos.

Aquí la dejamos, en una postura muy común mientras come, y parece que protege con su cola peluda su espalda y cabeza de algún repentino ataque.

Levantamos la vista, y como todos los días, desde hace ya bastantes años, algún buitre leonado planea sobre nuestras cabezas.


Estos son recortes fotografiados sin telescopio, pero no me puedo resistir a subirlos, pues ahora son visitantes habituales del cielo alcarreño.

Buitre leonado (Gyps fulvus) 

Intentaré fotografiarlos alguna vez con telescopio, pero a pesar de que a veces vuelan muy bajo hasta coger la térmica, lo veo misión imposible.



No hay comentarios:

Publicar un comentario