martes, 31 de julio de 2012

AVE ROBUSTA ... nido frágil


Ya estamos por aquí de nuevo.

Mi sobrino Jaime, un magnífico escalador de árboles, me dijo el otro día, “tío, ¿ porqué no pones en tu blog a la paloma torcaz de la encina?” y nada, dicho y hecho, vamos a poner una breve entrada.

Este muchachote junto con mi hija, hace un par de fines de semana, prepararon un campamento improvisado en un grupillo de encinas que hay en la parcela, para lo cúal acordonaron los arbolillos y me pidieron que lo techara, lo que hicimos con un trozo de tela de ocultación. Al colocarlo, nos percatamos que justo encima, a unos 5 – 6 m. de altura, estaba anidando una paloma torcaz.



Ahí pensé que se acababa la aventura constructiva, pues iba a pedirles que construyeran su chamizo en otra parte y respetaran al animal, dejándolo criar en paz. Por otro lado, también pensé que para lo poco que se ven los primos, iba yo a “cortarlos el rollo” (como casi siempre) cuándo estaban disfrutando un montón.

Así que opté por pedirles que vocearan lo mínimo, y procuraran no molestar a la paloma, lo que de hecho hicieron, pues este domingo pasado, estaba alimentando al menos a un pichón en su nido.


El nido de la torcaz es una estructura aparentemente frágil, de delgadas ramitas, colocadas algo anárquicamente para mi gusto. Cuesta pensar que pueda soportar el peso de una ave que puede pesar más de 500 grs., pero os aseguro que en este, aunque apenas se ve en la fotografía a contraluz, están los dos individuos de la pareja.



A veces es tan poco tupido, que desde debajo de él, se puede ver el contenido.
Suele poner dos huevos, que incuba celosamente durante 15 a 18 días.


Una vez nacidos los pollos son alimentados con lo que se llama habitualmente “leche de paloma” que consiste en un líquido que producen los adultos en el buche. Para obtener esta leche, los pichones introducen prácticamente la cabeza en el esófago de los padres.

Los pichones permanecen entre 3 – 4 semanas en el nido, y poco a poco van acompañando a sus padres, aprendiendo a alimentarse en la naturaleza, con muy torpes aleteos al principio, momento en el que son bastante accesibles para sus predadores.

Este joven no ha nacido en el nido fotografiado, nació en otro nido, de otra pareja, y en un pino.
Los juveniles son menos claros que los adultos, sin mancha blanca en el cuello, ni refejos metálicos en el cuerpo. Las coberteras del ala color gris marronáceo, con puntas color ante. Este joven de la foto aún nos muestra los cañones en la base del pico.



La paloma torcaz, ocupa toda la Comunidad de Castilla la Mancha, tanto en período reproductor como en invernada. Prefiere encinares y bosques caducifolios principalmente, pero la podemos encontrar en pinares, sotos de río y por supuesto en parques y jardines.


relajada, pero siempre alerta.
 


Paloma torcaz, adulto. (Columba palumbus)


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