En esta ocasión, vamos a hablar un poquito de estos coloridos córvidos que son los arrendajos (Garrulus glandarius),
No gozan de muy buena fama (como todos los córvidos) por ser depredadores de nidos y pollos de otras especies, pero la realidad es que es un gran oportunista y explota al máximo todo lo que le rodea, sobre todo si es comestible.
Se alimenta de un 70% aproximadamente de productos vegetales, por un 30% de materia animal.
Come higos, peras, ciruelas, cerezas, manzanas, y productos de huerta, así como hayucos, avellanas, castañas y todo tipo de bellotas.
Tiene la costumbre de enterrar bellotas y otros frutos secos, con el ánimo de almacenar alimentos para el invierno, cuando escasean los mismos.
De tal punto es beneficiosa esa labor, que algunos estudios les vinculan directamente con la propagación de encinas y alcornoques.
En cuanto a la materia animal, aparte de huevos y polluelos de otras aves, consumen también gusanos y lombrices, ratoncillos, caracoles, babosas y prácticamente todo tipo de insecto.
Algún autor ha descrito en estas aves la realización de "anting", que no es otra cosa que colocarse sobre un hormiguero, alterar a las hormigas y dejar que le suban por entre las plumas, consiguiendo bien una desparasitación, o mediante las picaduras, un efecto bactericida.
Pero esto lo dejamos para otra especie en la que es más habitual, como es el Pito real.
las coberteras primarias, azul barreadas, son inconfundibles en esta especie. |
Su población parece gozar de buena salud en España, incluso parece haberse producido un ligero incremento en las últimas décadas.
Es un ave sedentaria de la que no se conocen movimientos migratorios, únicamente movimientos dispersivos de los jóvenes.
intentando comerse un trozo de hilo de desbrozar |
con el oído localiza cualquier movimiento de insectos en el suelo (bonito peinado, por cierto) |
Preciosas fotos. Como bien dices se alimentan de cerezas, a mis árboles van una pareja muy a menudo a desayunar, comer y cenar, así aprovechan los frutos altos a los que no podemos llegar. La verdad es que son unas aves preciosas.
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