jueves, 29 de agosto de 2013

Doñana, agosto de 2013

El verano no es quizás la época más "gloriosa" para visitar este Parque Nacional, pero cuando no se pueden elegir las fechas para coger unos días de descanso, no queda más remedio que acoplarse a las circunstancias, así que preparamos el equipo, 


y nos fuimos con la esperanza de que quedara algún charco con agua en las marismas, al margen del Caño de Guadiamar y otras zonas, donde seguro que encontraríamos abundantes aves.
Pero como ya dije:

 Sol implacable, marisma seca y cuarteada, el agua escasea, pero...
 hay vida, y mucha.....


Allí donde queda un ápice de agua, se concentran los seres vivos, y desde uno de los observatorios del centro de visitantes "El Acebuche", nada más llegar, pudimos disfrutar de unas aves elegantísimas

Espátula común (Platalea leucorodia)

Este ejemplar adulto (lo podemos confirmar por el color de la punta del pico y la garganta) fue asediado por un pollo que le reclamaba alimento, como se ve en el vídeo siguiente:


Doñana, en cualquier estación del año rebosa de vida, y la caída de la tarde ilumina este complejo paraje, colmándolo de belleza.


En próximas entradas intentaré llenar de "bichos" el blog, y aunque día tras día podíamos comprobar como menguaba el agua, daremos fe de que había biodiversidad suficiente para disfrutar observándola, y que los calores que pasaríamos iban a merecer la pena.

vista desde uno de los observatorios del parque
Desde el propio paseo del poblado del Rocío, hice esta "digis-chapuza" acercando el móvil al ocular del telescopio y también pudimos ver a lo lejos un grupo de flamencos


y como iban poco a poco apareciendo los ciervos con las últimas luces de la tarde, pudiendo escuchar esta berrea tan temprana que se produce en Doñana a mediados del mes de agosto.


Mucho material he traído de Huelva, ahora solo hace falta un poco de tiempo para ponerlo en marcha...


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