lunes, 30 de septiembre de 2013

Marismas del Odiel (Huelva) 13-08-13

La Reserva de la Biosfera y Paraje Natural de las marismas del Odiel, es un humedal que no por ser menos renombrado que el Parque Nacional de Doñana, tiene menor importancia, y a cualquiera que visite el parque nacional, le recomiendo que se acerque, sobre todo si es aficionado a la ornitología.
Es un sistema mareal marismeño pegado a la ciudad de Huelva, al puerto y al polo químico, justo en la desembocadura del río Odiel.
Para hacerse una idea de lo importante que es este lugar para las aves, basta saber que el último censo invernal 2012-2013 arrojaba una cifra de más 17.300 ejemplares de 63 especies diferentes.
No me extenderé más en describir este maravilloso paraje, pues podemos encontrar innumerables páginas sobre el mismo en la red, así que vamos a repasar las aves que pude fotografiar este día.

Flamenco común (Phoenicopterus roseus)
Este año ha sido magnífico para la cría del flamenco en la marisma, quizás debido a las copiosas lluvias registradas. El caso es que han nacido alrededor de 1.500 pollos en dos colonias distintas.



Esa mancha grisácea en mitad de la foto es la guardería, con algunos adultos, completamente blancos, alrededor.



Un auténtico amasijo de picos, cuellos y patas.
En las Marismas del Odiel llevan criando desde el año 2008


También se reproduce en la Laguna de Fuente de Piedra (Málaga) e incluso estos últimos años en  la Laguna de Manjavacas (Cuenca) y la Laguna de Pétrola (Albacete).

A mediados de agosto es ya una buena fecha para acercarse a recibir a los limícolas invernantes y otras aves acuáticas que ya llegan en gran número.
En cualquier punto, nos encontramos con agrupaciones de aves, como en este caso un bando de avocetas junto a agujas colinegras, y una cigüeñuela dormitando en primer plano.




O este grupo de gaviotas de audoín que se encontraban algo más próximas.

Gaviota de audoín (Larus audouinii)

La población de esta gaviota en el paraje ha ido en aumento, siendo abundante sobre todo en los pasos migratorios.

Utilizan la costa y las salinas como dormideros.



También había gaviotas patiamarillas y muchísimas gaviotas reidoras

Gaviota reidora (Larus ridibundus)
Se agrupan con agujas y cigüeñuelas, recibiendo los rayos solares de la tarde.



Aquí en el centro de la imagen, a la izquierda de las largas patas de la cigüeñuela, también se encuentra un charrancito común (sternula albifrons) que es un estival reproductor, muy abundante en la marisma.

Próximos a ellos, había centenares de chorlitejos, chicos y grandes sobre todo.



Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula)

Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus)
La marisma se llena de pequeñas aves que corretean y revolotean por las orillas,  



como este correlimos común joven, o su pariente el correlimos zarapitín,



y por las orillas, de vez en cuando encontrábamos algún Vuelvepiedras (Arenaria interpres) 


Pero una de los mejores avistamientos de la jornada, fue el de águila pescadora. En la actualidad, se la puede observar con mucha facilidad en el paraje, pues han criado nada menos que tres parejas, sacando adelante nueve pollos. Este dato facilitado por el ornitólogo de la Reserva, nada menos que José Manuel Sayago, a quien tuvimos la fortuna de conocer y compartir unas horas de su preciado tiempo, y quien compartió con nosotros sus amplios conocimientos.

Águila pescadora (Pandion haliaetus) en su habitat de las Marismas del Odiel
Desde el vehículo, pudimos ver a un individuo posado encima de uno de los carteles de la Reserva.

Lástima que no pude obtener una fotografía más nítida, pues no pude utilizar el telescopio, pero también se escaparon zarapitos, zampullines cuellinegros, y otro montón de aves, así tenemos motivo suficiente para volver en el futuro, a intentarlo a este paraje por el que tengo verdadera debilidad.
El recuerdo de la jornada en compañía de Sayago, nos acompañará durante el invierno y nos animará a realizar salidas en busca de humedales, aunque sean manchegos... 


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